miércoles, 30 de diciembre de 2009

Del Rosedal, con amor.


En el programa “6, 7, 8” del viernes 11 de diciembre, pasaron revista –con el tono cáustico y favorable al gobierno nacional, clásico en los programas de PPT-, a la concentración celebrada en El Rosedal convocada por la “Mesa de Enlace” integrada por los representantes de los empresarios grandes, pequeños y medianos relacionados con la producción agropecuaria.


“El campo”, según los calificados voceros del común de los medios de comunicación locales.
Con la ácida y eficaz edición característica del programa, se recolectaron entrevistas a circunstantes que se movilizaron en esa ocasión a guisa de bienvenida a los nuevos legisladores que responderán a los heterogéneos intereses del rejunte gremial.
Reprodujeron antes un almuerzo celebrado a la mesa de Rosa María Juana/Mirtha/Chiquita Legrand, cuando la anfitriona se enterneció con esa convocatoria, motorizada por uno de sus invitados: Hugo Biolcatti.
Dijo, la eterna señora de los eternos almuerzos, a propósito del convite: “¡qué linda convocatoria! ‘Te espero en El Rosedal’, parece una cita romántica” y don Hugo, que no representa precisamente un adolescente enamorado, tomó la posta y le dijo a la anfitriona: “claro, Chiquita, de alguna manera es una cita de amor”.
Decía que se colectaron opiniones en el acto del “campo”, rescatadas por los cronistas de “6, 7, 8” (quienes tuvieron el tino de despojar al micrófono del distintivo del programa que utilizaban en la ocasión para entrevistar a la concurrencia).
Un conocido asistente no quiso hablar, una vez que preguntó para qué canal era la entrevista: el Dr. Mariano Grondona.
El resto opinó parecido, por todos, fue muy expresiva una señora de unos cincuenta años muy bien llevados que dijo: “esto no se aguanta más”, para arriesgar que “este país no es para la democracia”.
Consultada acerca de si proponía la vuelta de una dictadura, no se amilanó: “con los militares se vivía mejor”, dijo, para agregar que: “se podía andar por la calle a las 3 o 4 de la mañana, había seguridad”.
Otra señora, más añosa, llevaba un “pin” con los colores de la bandera argentina y la leyenda “memoria completa”, quien consultada por el cronista, dijo que la propuesta respondía a la necesidad de castigar a todos los que habían cometido delitos “en la época de la subversión”.
Bien mirada la opinión, o comparada con la anterior, puede calificarse como republicana. Luego del silencio de Cecilia Pando de Mercado, un señor mayor dijo ir armado a todas partes, porque no se podía vivir en el actual estado de cosas y “antes de que me tiren, voy a disparar yo”.
Gente tan linda, arriba y abajo del escenario, se complementaba con otros dirigentes, entre ellos aquel bailarín de ocasión en el programa de Tinelli del pegadizo: “La vecinita tiene antojo”, la Dra. Elisa Carrió –a quien vi en una foto sacándole la lengua a alguien, mohín cuyo destinatario desconozco- y (¡ay!) Ricardo Alfonsín.
La cobertura de “6, 7, 8”, tendenciosa, mas para nada antojadiza, culminaba con la repercusión mediática del evento: “Clarín” y “La Nación”, coincidieron en la cantidad de manifestantes que definieron en poco menos de veinte mil; mientras que “Ámbito Financiero” destacó, seis mil.
Como fuere, esas cifras distan sustancialmente de los doscientos cincuenta mil que dijeron, se habían reunido a mediados de 2008, lo que puede dar la pauta de algún hartazgo de la clase media porteña a los reclamos y en especial, al estilo de los señores del campo.
Como fuere, me quedo con don Joaquín Morales Solá, con quien nunca puedo disentir. En su última emisión del programa que se emite por TN, tributario de su descenso desde las alturas al llano de los simples mortales, dispensó la ausencia de Eduardo Buzzi en el set de su programa, quien no había podido llegar a Buenos Aires a causa de un piquete, para acompañar a los otros tres integrantes de la “Mesa de Enlace”.
Definió a Buzzi como: “un amigo de todos nosotros”, para pasar a una entrevista telefónica con el demorado entrevistado, quien comenzó protestando acerca de los inconvenientes que conspiraron contra su presencia en el Canal 13, para bien pronto girar en el aire y justificar a sus protagonistas, recordando tal vez que muy poco tiempo atrás él había hecho y alentado lo propio en esa ruta y tantas otras del país.
No quiero cerrar sin darle la diestra a Joaquín: cierto es que Buzzi es un amigo de él, nuestro (me permito hablar en nombre de los integrantes de este grupo) y de toda persona honrada de esta tierra del Señor, como lo es también Biolcatti, Llambías, el otro (que no sé cómo se llama, pero lo queremos igual), Joaquín, el Dr. Grondona, De Narváez, la Dra. Elisa Carrió, Ceci Pando y toda esa gente bienpensante que –con alguna excepción- engalanó ese acto en El Rosedal, nacido del amor.

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