jueves, 26 de julio de 2012

Guasón.

Leo la contratapa de "Págna/12" de hoy y me interiorizo sobre la masacre desatada hace unos días (aparentemente) por el idiota de la foto.

Juan Gelman en: "¿Por qué mató James Holmes?", se formula más preguntas que precisiones a la vez que arriesga sobre las razones por las cuales el idiota de la foto habría matado a unas cuantas personas en un cine de Colorado, Estados Unidos.


La calificación de idiota, es redudante, admito.

Hay que reparar en la expresión que dibuja, en ese gesto vacío, en el peinado y el color del pelo, para concluir en la idiotez profunda del fulano ese que disfrazado de "El Guasón" se habría cargado a mucha gente en ocasión del estreno del último "Batman" en aquel cine de Colorado.

Por esos designios del destino, la pantalla prendida en cualquier canal me devuelve la imagen de Matías Alé,  parásito vocacional. Ríe Alé, vaya a saber uno de qué carajo y (a la vez de lamentarme porque no haya decidido Alé haber ido a un cine de Colorado la semana pasada en ocasión del estreno de "Batman") concluyo en que la idiotez no es privilegio de nacionalidad alguna.

Aunque reparando en ese idiota peligroso se piensa que esa imbecilidad es propia de los estadounidenses, como la del  fotografiado mientras escuchaba cargos tremendos de boca de jueces que deben ser padres, tíos y/o abuelos de idiotas como el acusado: cocinados en esa salsa de idiotez peligrosa, de banalidad abyecta que son los Estados Unidos. 

Y de quienes con cipayismo lastimoso, celebran y reproducen los valores de esa sociedad decadente, inmunda, que ha venido pariendo idiotas peligrosos como el de la foto que ilustra la nota del maestro Gelman.

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