martes, 28 de agosto de 2012

¿Es o se hace?

A fines de la semana que se fue, arremetió el líder de la oposición monigota con una nueva.


Dijo, me enteré por el tendencioso y eficaz 678, el jefe de gobierno que los porteños supimos conseguir a Oscar González Oro y a Eduardititito Feinmann, que prohibiría la lectura en las escuelas de El Eternauta de Oesterheld.

La razón: su cruzada anti-política en las escuelas del distrito que gestiona por voluntad masoquista de la mayoría de su electorado.

Uno tiende a preguntarse qué pretende el sujeto Macri, en qué consiste esa movida tan puerilmente reaccionaria.

Ya inferimos en este encuentro austero que podría obrar de ese modo (siempre conducido por la ideología del gurú ecuatoriano que, precisamente, adoctrina al jefe de gobierno.

Nos preguntamos si Macri es o se hace. Creemos que es, exacerbando lo que es.

No sólo un inútil, como se pretendió probar en este espacio, sino un reaccionario: prolija hechura de la última dictadura militar.

Al fin de cuentas, fueron durante esos años nefastos los que le permitieron a Franco Macri amasar el emporio que hizo de Macri, Macri.

Viene expresándolo con mucha nitidez a partir de su cruzada contra la política en las escuelas, porque de ese modo exacerba lo que representa de tantos porteños que abominan de la política en las escuelas, para así exacerbar eso que siempre fue: la herencia cultural y política de la ultima dictadura militar.

Paradójicamente, no nos repugna ese temperamento sincero de un Macri matazurdos porque clarifica el panorama. Nadie podrá de ahora en más invocar un falso republicanismo equilibrador para volver a votar a Macri, a Mariú, a Larreta o a la abyecta Paula Alonso.

Porque ha quedado claro que PRO es la representación cultural y política de la última dictadura militar, que encarnó (en grado sumo) las corrientes políticas excluyentes conocidas en estas pampas feraces de mayo de 1810 a esta fecha.

Lo rechazamos, claro está, pero no nos parece mal que Macri persiga e inste a la alcahuetería de los pibes que discuten de política en las escuelas, porque para ellos la escuela (la Universidad, también) es un lugar en el que hay que ir a estudiar y no a hacer política, como han pregonado Eduarditititito Feinmann y tanto pelotudo reaccionario con micrófono.

No está mal, decíamos y reiteramos, que se saque Macri la careta republicana y muestre su rostro, reaccionario, antipolítico.

El de aquellos que como Macri (padre e hijo) apoyaron a aquella dictadura que se cargó a buena parte de los jóvenes de entonces que militaban en aquellas escuelas y que perduran, congelados en su juventud eterna, generalmente sonrientes, en las fotos que sus familiares publican en cada aniversario en Página/12.

2 comentarios:

  1. me parece un poco exagerada la comparacion, los milicos por lo menos tenian un bajofondo politico e ideologico y creo yo que fueron mucho mas inteligentes que este tilingo no se como le dieron un titulo de ingeniero. Este es un pelotudo que no sabe lo que quiere, quiere hacer politica no haciendo politica. No tiene nada de malo ser un pelotudo que no sabe lo que quiere, si dicho pelotudo no esta gobernando la ciudad mas importante del pais, lo ponemos al hijo del vecino Juancho Talarga a cargo de la CABA y seguramente es igual o mas capaz que este tipo.

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  2. Disentimos, desde que, como conjeturo y afirmo, mejor, son lo mismo: cultural, política, ideológicamente.
    No creo que sea interesante Macri en sí, en cambio me preocupa (aunque tiene muy relativa incidencia electoral a nivel nacional) el elector "cool" que vota a Macri para "parar a la Kretina", en su léxico.
    Debemos empezar a llamar a las cosas por su nombre y tal vez 2015 sea la alternativa entre el legado cultural, político e ideológico del kirchnerismo, o las banderas PROcesistas.

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