lunes, 30 de marzo de 2020

Diario de la cuarentena. Día 10

De la indignación, a la resignación.

Ese vendría a ser el estado de ánimo pos mensaje presidencial, mediante el cual nos mandó, el Presidente salva-vidas a quedar en casa.

Hay cosas peores y circunstancias mucho peores que ésta, escribo para auto consolarme. 

Pienso en pueblos europeos (otrora y ahora), en asiáticos, en africanos (siempre). En nuestros compatriotas sumergidos, hundidos en la miseria absoluta y cede la bronca.

Es desagradable todo esto. Aunque, en estas condiciones, no es grave.

A juzgar por los semblantes del presidente y de los dos colaboradores que lo acompañaban cuando dio el mensaje, la cosa viene brava.

Me molesta coincidir con cierta gente (mis vecinos votantes de MM enardecidos de valor Patrio, el tipo ése de la OMS que habla raro, los médicos epidemiólogos que hablan por la TV), pero me alejo de una postura que me emparienta con gentuza peor (Bolsonaro, Trump, Johnson y otras excrecencias por el estilo).

Ajo y agua, la dieta hasta el 13 de abril. O más allá (última queja: dijo el presidente que la cuarentena iba a extenderse "hasta después de Semana Santa". No dijo cuándo terminaría).

Me refugié en el cine.

"A puerta cerrada" ("Huis Clos") sobre la base del texto de Jean-Paul Sartre, con dirección de un tal Pedro Escudero y supervisión de Fernando Ayala (así anunciada la tarea de don Fernando en los créditos del film), con actuaciones de Inda Ledesma, Maria Aurelia Bisutti y Duilio Marzio.

Excelentes los tres. Cholulo (siempre), recuerdo una anécdota chiquita. Lo recuerdo, a don Duilio, ya muy mayor, de sobretodo, fumando, en la puerta de un teatro que queda (no escribo "quedaba" para seguir en modo tolerante con este presente) en Corrientes entre Callao y Riobamba. Hermoso, como siempre. Esperaría a algún compalero, que habría actuado para saludarlo. No sé porqué no lo hice yo con él, a quien tanto vi en tantas películas, a quien tanto admiré. La ocasión, no se repetiría.

Es una película densa, pero aconsejable, producida por "Aries", con el oportunismo de siempre de Ayala y de Olivera, Sartre y su libro estaban de moda, y allá fue la película. Vengo a entrarme que fue objeto de una retrospectiva en el Malba, seguramente a cargo de Fernando Martín Peña, que se me escapó, también.

La trama, interesante. Tres personas (dos hombres y una mujer) obligados a vivir por siempre en una habitación de hotel de los años '50. Por todo la eternidad. No diré más de la trama, les invito a que la vean. 


Termino con la actuación de Ledesma, superlativa. 

Qué actriz enorme, Inda. Qué pena no haber tenido la lucidez de haberla disfrutado más en teatro, no le di bola cuando vivía.

Qué pavote.


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