miércoles, 15 de abril de 2020

Diario de la cuarentena. Día 26

Sigue el baile, sigue el baile y uno ingeniándoselas para que el tiempo no haga tanto estrago.


Escucho, en el único programa de radio que sigo, "Otra cosa" de Enrique Vázquez por Radio Argentina (uno de mis tantos gestos nostálgicos) que tiene poco de programa -es un largo monólogo del conductor durante una hora con dos intervalos- que Donaldo cumplió con su promesa de dejar de girar dinero a la OMS.

Conocen mi opinión, que voy a obviar, porque no me gusta coincidir con Donaldo, pero... 

Deberán ingeniárselas para administrar el dinero (para nada escaso) que recibe tanto científico desde otras (tantas) fuentes.

Andan diciendo esos benefactores de la Humanidad toda,  que hasta 2021 deberemos evitar el contacto. Hasta 2022. Lo disfrutan esos benefactores. Gozan con esos vaticinios que a veces duran poco, pero gozan divulgándolos. 

La noticia, la acaba de informar Vázquez en su programa monologado quien, aclaro, es fan de los indispensables científicos de la  indispensable OMS.

Basta. Saben qué opino de todo esto.

Leo bastante en estos días, ya voy a escribir sobre qué.

Y a veces pierdo el tiempo viendo pelotudeces por las redes sociales.

Cunde una aplicación (o algo así) que se llama tic-toc (o algo así), en el que se multiplican personas reproduciendo con gestualidades varias audios de celebridades y no tanto. 

Me causó mucha gracia el de dos actrices que representaban una pelea de mamis en un grupo de WhatsApp por la tarea de matemáticas de sus hijites.

Como sea, este bazar  y nostálgico, viene a reivindicar al Niño Rodríguez, mentor de este entretenimiento de moda, cuando filmó el notable corto;: "Ni una sola palabra de amor".


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