lunes, 27 de abril de 2020

Diario de la cuarentena. Día 38.

Querido diario.

Ayer, el reportaje de Eduardo Febbro a Eliane Piaggio, investigadora del Instituto "Marie Curie" de París, me reconcilió con las personas que se dedican a la investigación médica.

No es que me haya deslumbrado el ámbito desde el cual desarrolla su tarea en detrimento del criollaje que hace lo que puede por estas pampas, sino la claridad con la que expuso sobre este tema tan complejo y doloroso, en franco contraste con sus colegas argentinos.

En particular cuando definió a esta pandemia ominosa como "una enfermedad que terminamos de entender" (disponible en:https://www.pagina12.com.ar/262127-eliane-piaggio-todavia-no-terminamos-de-entender-esta-enferm


Se me preguntará (y yo mismo me pregunto) las razones por las cuales recibo bien la confesión del desconcierto médico ante este escenario ruin y, en cambio, porque me irrito hasta el odio cuando escucho a los expertos que calientan las orejas de presi salva-vidas, siendo que doña Piaggio no dice nada más alentador que aquéllos y me respondo, querido diario.

Que Piaggio habló con la honestidad, el rigor y, en especial, el respeto a los inexpertos contrariamente a lo que vengo recibiendo a diario de los telúricos Gengis Kahn, uno que luce un entretejido y se cree Gary Cooper o el fresco de López Rosetti.

Confiesa, Piaggio, con mucha honestidad su desconcierto (que es global) y arriesga alguna vía de resolución a todo esto que padecemos que no se reduce a la vacuna salvadora, sino que la apuesta es al hallazgo del tratamiento eficaz que son los que "están en curso".

"O se inhibe el virus con un antiviral o se trata la respuesta inflamatoria exacerbada. Por consiguiente, lo que se está haciendo en Francia es lo que se hace en Europa. Es de destacar el estudio clínico europeo 'Discovery' que evalúa 4 tratamientos experimentales contra Covid-19. Dentro de este programa a los pacientes se les proponen distintos tratamientos que van desde el antiviral que se suministra para el Ebola, otro que se suministra contra el VIH o la famosa hidroxicrolaquina. Hay otras cositas nuevas que se manejan, pero, de todas formas, no hay muchas opciones. No se le puede dar cualquier cosa as los pacientes.- estas son las drogas disponibles y las posibilidades de tratamiento" 

Y luego, categóricamente, dijo que no hay otra opción que el confinamiento para frenar la expansión del virus. 

Que fue, que sigue siendo, una medida necesaria para detener la propagación del virus. Para "achatar la curva" como se machaca tanto.

Acato, esta vez con convicción, porque se me ha explicado bien, el confinamiento. Y me alienta la posible salida a toda esta mierda expresada por la buena de Eliane con rigor científico.

Colaboró el entrevistador, que no le consultó por las próximas Navidades o alguna imbecilidad propia del vecino de mi querido Cachito cuando arrojó a López Rosetti al ridículo del moqueo en cámaras con aquella consulta repasada en este diario.

Seguramente, me dejó satisfecho el trato respetuoso de la doctora Piaggio a los lectores de su reportaje, informando las ásperas alternativas de esta pandemia y en especial, destacando el patético fracaso de la OMS en la prevención de lo que se veía venir.

Y, alabado sea Dios, dejando a un lado el recurso de los aforismos propios de la cosecha del escribano José Narosky, especialidad del Dr. Gengis Kahn.


Autor del hit: "el virus no te va a buscar, vos lo vas a buscar al virus".

Genialidad que el presi salva-vidas consideró indispensable recordarnos en su conferencia del sábado 25 de abril cuando anticipó lo que había dejado caer acá en broma, querido diario.

Que nos quedamos en casa hasta el verano 2022.

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